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sept. 06
Dormir cómo un bebé – es un dicho no utilizado por los que han compartido una noche con un crío. El sueño de los pequeñajos es lo que más amenudo hace que los padres jóvenes no duerman bien. ¿Debemos dormir juntos al chiquillo, o separados? ¿Escoger una camita tradicional o turística? ¿En que prestar la atención? Estas son sólo algunas de las preguntas que acompañan a los padres a la hora de escoger el hueco donde el pequeñajo dormirá. Hay que decir que la calidad y la longitud del sueño dependen de una multitud de factores, pero la camita resulta ser uno de los más importantes. Y aunque no podamos garantizar que tu bebé se quedará dormido en seguida después de salir del hospital, podemos ayudarte a escoger la cama más adecuada y apropiada para establecerle al bebé las condiciones más confortables.
Camitas estándar tienen las dimensiones de 120 x 60 y de 140 x 70. Es bastante, considerando el hecho que un nuevonacido a penas alcanza más de 55 centímetros de longitud. Y de hecho, este espacio extra que recibimos en las cunas puede resultar demasiado abierto para nuestro chiquillo, y provocarle una sensación de soledad. Una de las mejores soluciones comprobadas para esto es colocar un corralito adentro de la cuna para crear un espacio seguro, parecido a la matriz de la madre.
Material
Merece la pena recercar el material utilizado para la producción de la cuna que escogemos. La mejor elección son los modelos hechos de madera maciza, de por ejemplo pino. Definitivamente hay que evitar los muebles producidos de madera contrachapada y de cartón madera – no sólo son poco duraderos, pero también peligrosos. Aunque parezca que las cunas sirven tan sólo para los nuevonacidos, en práctica un crío puede disfrutarlas hasta la edad de 3 años. Vale la pena, por lo tanto, que la cama sea muy sólida y producida de materiales duraderos de primera mano. Cumplir esta condición también garantiza que la cuna aguante el montaje y el desmontaje sin crear espacios abiertos, huecos, ni sin soltarse. Este hecho juega una gran parte a la hora de cambiar la altura del colchón y en las situaciones cuando la cama debe de servirle a más de un infante.
Seguridad
Este punto surge directamente del anterior. Las camitas producidas de madera maciza pesan más, un hecho que las hace más estables. Un material de alta calidad garantiza que la superficie del mueble no contenga astillas ni huecos, los cuales podrían dañar al infante. Al principio, los nuevonacidos y los críos no son muy activos por su naturaleza, pero este hecho cambia en seguida. Durante su primer par de meses, los infantes se vuelven más móviles, y las recercas muestran que la gran mayoría de los intentos de sentar-se o levantar-se tienen su sitio en las camitas. Necesitamos, por lo tanto, una construcción sólida que aguante todo el tipo de saltos, levantamientos, caídas y mucho más. Otro factor muy importante es la pintura utilizada para el mueble que escogemos. No debrían despegar y tienen que ser pinturas ecológicas con certificados adecuados. Durante la etapa del crecimiento de los dientes, la mayoría de los infantes muerden las barras de sus camitas. Una pintura tóxica sin certificados y fragmentos de un tablero contrachapado en la boca de un chiquillo no pintan nada bien.
Funcionalidad
Es comúnmente conocido el hecho de que con la apariencia de un habitante nuevo, la casa se llena con una cantidad infinita de ropa, juguetes y otros accesorios imprescindibles que resultan dificiles para almacenar en una cantidad tan grande. Comprando una cama merece la pena escoger una que contenga un cajón para desarrollar un espacio destinado para todo el tipo de gadgets y accesorios. El nivel en el que queda colocado el colchón también juega parte – dependiendo de la edad y del desarrollo, el infante va a necesitar una altura distinta cada vez que crezca. Sería, por lo tanto, de gran ayuda conseguir una camita con una regulación de la altura del colchón. La solución más óptima es una regulación de tres grados – es más que suficiente para los primeros tres años de vida del infante. De una buena opción también hacen las camas con barras retirables – estas permiten convertir una cuna en una cama infantil. Camas de este tipo crecen con los chiquillos.
Aspecto
El estilo de la cuna es una cuestión muy individual. En los tiempos que corren, las opciones para elegir son casi ilimitadas. No obstante, las más populares son los modelos de forma clásica con un reposacabezas integrado (completamente o parcialmente). Además de ser atractiva visualmente, esta solución combina con la mayoría de interiores. Una idea interesante para darle un toque original a una cuna tradicional es anadir un grabado en las paredes frontal y trasera.
*La imagen utilizada en el encabezamiento del artículo se ha sacado de Pinterest
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