¿Cómo cuidar los muebles de madera?

Ya se han escrito biblias sobre las ventajas de los muebles de madera. No sólo son capaces de revitalizar cualquier interior, darle carácter y encanto, sino que además son resistentes, atemporales y simplemente preciosos. A pesar de que la resistencia de la madera es mucho mayor que la de los muebles hechos de tableros o contrachapado, si no los cuidamos de manera adecuada, podemos acabar deteriorando hasta los más resistentes. Las estanterías de las tiendas están repletas de productos para cuidar y conservar la madera, ¿pero es realmente una buena idea? En realidad, todos se fabrican a partir de sustancias químicas que afectan a nuestra salud. Además, los espráis más populares suelen estar indicados para distintas superficies, no sólo para la madera (vidrio, pantallas o contrachapado). Ya se sabe que si algo sirve para muchas cosas...

Aunque esta introducción os haya cambiado la perspectiva sobre la limpieza de los muebles, no os preocupéis. Enseguida os ensenamos cómo hacerlo de forma correcta y eficaz para que los muebles conserven su belleza durante muchos anos. ¡No es tan difícil como parece!

Lo primero, para elegir bien el método de limpieza y cuidado, debemos saber qué tipo de recubrimiento lleva la superficie de nuestros muebles. Lo más normal es que lleve barnices, ceras o aceites. Si sois unos amantes de la madera, no descarto que tengáis en casa todos los tipos y ya sepáis qué cuidados necesita cada uno. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que el mayor enemigo de todos los muebles es el exceso de agua. Es la responsable de los estragos en la estructura de la madera y de esas manchas y abolladuras antiestéticas. Así pues, el mayor peligro para vuestros muebles es el exceso de humedad, así que debéis proteger bien los muebles frente a ella. Sí, también cuando los limpiáis.

Los muebles barnizados se caracterizan por formar una fina capa sobre la superficie del mueble que la protege frente a los agentes externos. Este tipo de recubrimiento es el más elegido por los padres, ya que los muebles barnizados son relativamente fáciles de limpiar y son resistentes a la mayoría de ideas de bombero de los críos. Los muebles para niños, sobre todo las camas, suelen estar barnizados, pero en este caso deben poseer los certificados pertinentes. Lo mejor para limpiar los muebles barnizados es usar agua con jabón y un paño fino de algodón o microfibra, ¡pero no os olvidéis de estrujarlo bien! Si os encontráis con manchas resistentes, podéis añadirle al agua un poco de lavaplatos, o alcohol metilado en los casos más extremos, pero con mucho cuidado. Recordad que hay que frotar la superficie limpia hasta que quede seca.

Los muebles encerados requieren bastante más trabajo. Este tipo de recubrimientos se suelen usar en las cómodas y las antigüedades decorativas. A la hora de cuidarlos, debemos utilizar sólo productos especiales para ello, ya que si los limpiamos con agua podemos deteriorarlos de manera irreversible y dejarlos con unas manchas impresentables. Lo mejor para limpiar los muebles encerados es... Simplemente, la cera. Solo hay que echar el producto en un paño suave y limpiar el mueble con movimientos circulares. También os puede venir de perlas una gamuza recubierta por piel de cordero.

El aceite se suele emplear para impregnar tableros y mesas. Este método, además de limpiar la madera, penetra en su interior y ayuda a conservarla, la protege de los rayos UV y le confiere propiedades antiestáticas. A la hora de limpiar los muebles, se recomienda usar el mismo aceite empleado con anterioridad. En cuanto al cuidado diario de los muebles encerados y aceitados, la mejor solución es frotarlos delicadamente con un paño suave impregnado de agua limpia. Sin embargo, no os paséis con el agua: tiene que estar ligeramente húmedo, ya que después hay que frotar el mueble hasta que quede seco.

La técnica de limpieza de los muebles de madera es otra cuestión importante. Siempre se debe frotar en el sentido de las vetas de la madera, con movimientos circulares, y lo más suavemente posible. Así conseguiremos revitalizar las vetas de la madera y evitar posibles rayones.

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