Cierra Muebles Cáceres, la tienda con 80 años de historia que conquistó la plaza de la Revolució de Gràcia
Una presencia inconfundible en el barrio
La cantidad de establecimientos que Muebles Cáceres posee en la plaza de la Revolución de 1868 y sus alrededores es tal que cualquier habitante del área podría tener problemas para ubicarlos mentalmente. Sin embargo, no existe residente en esta zona de la Vila de Gràcia que no reconozca inmediatamente ese apellido y esas tiendas distribuidas entre varios inmuebles de la plaza, la calle Terol y Torrent de l'Olla.
Ocho décadas de historia familiar
Estos comercios fueron surgiendo progresivamente a partir de un local inicial de 70 metros cuadrados ubicado en Terol, 19. Muebles Cáceres comenzó sus operaciones a principios de los años 40, con inauguración oficial en 1947, acumulando casi 80 años de trayectoria. Actualmente, tras tres generaciones, el negocio familiar se aproxima a su conclusión: cesará sus actividades el 31 de diciembre debido a la jubilación de sus propietarios.
Los orígenes humildes
Todo se inició con Genaro Cáceres, natural de Cúllar de Baza (Granada). Tras establecerse en Barcelona, contrajo matrimonio con una mujer local. Cuando inauguró el negocio, pocos años después del término de la Guerra Civil española, los tiempos eran extremadamente difíciles, la población sufría pobreza y la capacidad adquisitiva para comprar cualquier artículo era muy reducida.
La expansión con la segunda generación
Vecino de Sarrià, Genaro realizaba el trayecto hasta su tienda de muebles en carro. "Cuatro veces diarias. Bajaba por la mañana, regresaba para comer, volvía por la tarde y finalmente retornaba por la noche", rememora su hijo Josep, de 84 años, quien asumió el relevo en 1972 aunque ya llevaba años colaborando con su padre. Con esta segunda generación llegó la etapa de mayor crecimiento, entre fines de los 70 y principios de los 80.
La red de establecimientos
- Primero incorporó un local adicional, luego otro
- Muebles Cáceres tiene presencia en Terol, 15 y 19
- Cuenta con salones de exposición en los números 5 y 9-11 de la plaza de la Revolución
- El local de la plaza 9-11 incluye vitrina en Terol, 16
Todos estos inmuebles son de propiedad familiar, habiendo sido alquilado únicamente uno en el número 12 de la misma plaza, actualmente ocupado por un supermercado frente al área infantil, que Muebles Cáceres abandonó hace años. El apellido incluso llegó a Torrent de l'Olla, donde Josep abrió un almacén cuando ya no fue posible estacionar en Revolución debido a la remodelación de la plaza.
La tercera generación y el final de una era
Carme Cáceres (60 años), bióloga que durante un período no trabajó en la tienda, representa la tercera generación del negocio familiar y lo gestiona desde hace dos décadas. Esto no significó que su padre, jubilado a los 70, se desvinculara completamente, aunque sí redujo considerablemente su participación. La cuarta generación, compuesta por tres nietos, ya se dedica a otras profesiones donde están sólidamente establecidos.
"Todos poseen formación universitaria. Uno es director de orquesta, otra estudió Ingeniería del Diseño y la restante, Dirección de Empresas", detalla el abuelo.
Esta situación ha llevado a Josep y su hija a tomar la determinación: Muebles Cáceres cerrará definitivamente sus puertas a final de año, dejando un notable vacío en la plaza de la Revolución. Casi 1.000 metros cuadrados de comercios que acogerán nuevos inquilinos, representando prácticamente una transformación para el barrio. La familia Cáceres aclara que su intención es que estos locales no alberguen cualquier tipo de comercio, sino negocios que realmente merezcan la pena.
Memorias de una vida dedicada al comercio
"En tono jocoso, mis amigos me decían que esto era la plaza de Cáceres", comenta Josep sobre la presencia del negocio en esta parte de Gràcia. Recuerda vívidamente los comienzos, pues empezó a trabajar aquí en 1957, a los 16 años, cuando su padre sufrió un problema auditivo que lo dejó sordo, obligando al hijo a involucrarse y completar sus estudios por las noches, hasta entonces cursados en La Salle de Bonanova.
"Siempre nos hemos dedicado a la compra-venta. Comprar muebles y venderlos", explica. "Lo que más valoramos es la magnífica clientela que hemos tenido. Al principio, la gente carecía de recursos. Se casaban y fallecían con los mismos muebles. Con el tiempo, la economía fue mejorando. Veníamos de la miseria, del racionamiento". Realizó la mili a los 18 años como voluntario, durante 20 meses, para permanecer en Barcelona y trabajar por las tardes.
Una relación de confianza con la clientela
"La clientela era completamente local", relata. Solían solicitar su consejo, depositando en él una confianza absoluta. "En aquel entonces no querían ver catálogos, preferían tocar los muebles". Ha presenciado crisis económicas y ha mantenido una clientela "de gente trabajadora" que durante mucho tiempo abonaba sus muebles con pagos semanales, sin intermediación bancaria, como ocurre actualmente. Esto implicaba una relación de extrema confianza entre vendedor y cliente: "La gente casi nunca incumplía. Solo cuando alguien perdía su empleo. Y esperábamos hasta que pudieran pagar. Casi nunca hemos tenido morosidad".
El personal y la competencia
Muebles Cáceres ha contado con empleados que desarrollaron toda su carrera profesional en un mismo lugar: "Varios se han jubilado con nosotros". Ha atendido a "tres generaciones de clientes. Los hemos cuidado mucho", afirma Josep. Reconoce la relevancia de la competencia de grandes empresas como Ikea, pero también considera que representa "otra filosofía" y que existe mercado para todos. Está convencido de que permanece espacio y futuro para el comercio de proximidad, de barrio. Un desafío que podrá asumir quien desee llenar el vacío que Muebles Cáceres, el apellido que dominó la plaza de la Revolución, dejará próximamente.
Créditos de la imagen https://www.elperiodico.com/es/barcelona/20251029/cierra-muebles-caceres-tienda-conquisto-plaza-revolucio-80-anos-despues-gracia-barcelona-123146762